Nació el 16 de agosto de 1815, poco después de que Napoleón fuera vencido definitivamente la batalla de Waterloo. Quedó huérfano de papá antes de cumplir 2 años (1817). Su familia quedó integrada así: Mamá Margarita (29 años), Abuela Margarita Zucca (64 años), Antonio José (9 años), José Luis (4 años), Juan Melchor (1 año y 9 meses). Eran tiempos de sequías y carestía, pasó pobreza y hambre durante los primeros años.
En 1824 empezó a estudiar en una escuelita para campesinos de Capriglio, el pueblito de su mamá. Antonio, su hermanastro, se opone a que estudie. Mamá Margarita en cambio le apoya y hace que frecuente la escuela durante los inviernos de 1824 y 1825. A los 9 años tuvo un sueño que le quedó grabado para toda la vida y en el que Jesucristo y la Virgen María le señalan su misión en la vida. Pero no le cree al sueño. Ese sueño se repetirá varias veces en los años siguientes, incorporando en ellos nuevos elementos que le van aclarando lo que Dios quiere de él.
Para solucionar en algo el problema con Antonio, Mamá Margarita lo mandó a trabajar en la propiedad de una familia Moglia en las cercanías de Moncucco. Allí permaneció casi dos años (1828-1829). Le abrieron un espacio en la familia y se encontró muy bien, pero no consiguió quién le ayudara a estudiar.
1829-1830. Regresó a su casa por indicación de su tío Miguel, hermano de su mamá, y en esos mismos días se encontró con el P.Calosso, caminando desde Buttigliera a I Becchi. El anciano sacerdote se interesó en él y se ofreció a ayudarle en los estudios y en su crecimiento espiritual. Pasó un año inolvidable con este buen sacerdote. Pero el padre Calosso murió repentinamente (noviembre de 1830).1831. Mamá Margarita arregló las dificultades con Antonio separando los bienes familiares y entregándole su parte. Luego mandó a Juan a la escuela de Castelnuovo, donde pasó un semestre que terminó mal por causa del profesor.1831-1835. Mamá Margarita le buscó un lugar en las Escuelas Públicas de Chieri y ahí finalmente logró emprender en forma sistemática los estudios. Fue tiempo de explosión juvenil, de triunfos en los estudios, de simpatía y prestigio entre sus compañeros con quienes fundó la “Sociedad de la Alegría”. Tuvo grandes y muy buenos amigos, entre ellos Luis Comollo, que luego entrará también al seminario y allí va a morir muy joven.Tuvo su confesor, pero en el momento de la elección vocacional no le ayudó. Se inclinaba por hacerse franciscano y aprobó el examen de admisión, pero un anciano sacerdote, tío de su amigo Comollo, le aconsejó entrar al seminario.1835-1841. Estuvo 6 años en el seminario de Chieri (2 de filosofía y 4 de teología). Se esforzó por adquirir las virtudes de un buen eclesiástico, en un clima rigorista y de estricta disciplina. Observó buena conducta y estudió mucho. Obtuvo el aprecio y cariño de superiores y compañeros. Se ordenó sacerdote el 5 de junio de 1841.
1841-1844. Años atrás había conocido al P.José Cafasso, 4 años mayor que él y que también había estudiado en Chieri y en el mismo seminario. Este padre aconsejó a Juan que entrara al Convitto, en la ciudad de Turín. Era una residencia para sacerdotes, donde recibían capacitación para su trabajo pastoral. Allí permaneció 3 años. De esta institución dijo que allí se aprendía a ser sacerdote. Mientras estudiaba tuvo oportunidad de hacer experiencias pastorales que le llevarán a descubrir su vocación para los muchachos pobres y abandonados. Esto sucedió visitando las cárceles.
De esa experiencia escribió así:
“Empezó (el P.Cafasso) primero por llevarme a las cárceles, en donde aprendí enseguida a conocer cuán grande es la malicia y la miseria de los hombres. Me horroricé al contemplar cantidad de muchachos, de doce a dieciocho años, sanos y robustos, de ingenio despierto, que estaban allí ociosos, roídos por los insectos y faltos en absoluto de alimento espiritual y material. En estos infelices estaban personificados el oprobio de la patria, el deshonor de la familia y su propio envilecimiento. Pero ¡cuál no fue mi asombro y mi sorpresa cuando me di cuenta de que muchos de ellos salían con propósito firme de una vida mejor y que luego volvían a ser conducidos al lugar de castigo de donde habían salido pocos días antes”...
Y más adelante escribe: “Entonces palpé por mí mismo que si los jóvenes salidos de lugares de castigo encontraban una mano bienhechora que se preocupara de ellos, los asistiera en los días festivos, les buscara colocación con buenos patronos y les visitara durante la semana, esos jóvenes se daban a una vida honrada, olvidaban el pasado y resultaban, al fin, buenos cristianos y dignos ciudadanos. ESTE ES EL ORIGEN DE NUESTRO ORATORIO que, con la bendición del Señor, tomó tal incremento como yo nunca hubiera podido imaginar”. Mientras estuvo en el Convitto reunió muchachos durante los fines de semana, los entretenía, les daba catequesis, les predicaba, les confesaba, les celebraba la misa...
1844-1846. Después de estudiar y hacer prácticas pastorales con enfermos, con niños y jóvenes en la catequesis, en la predicación, en las cárceles, etc... lo mandaron como capellán a una institución para niñas pobres llamada El Refugio. Allí le dieron unas habitaciones y en los fines de semana y en sus tiempos libres seguía atendiendo a los muchachos que los seguían desde el Convitto. Pero un día, la Marquesa Barolo, fundadora y protectora del Refugio, le intimó a que dejara a sus chiquillos o dejara el Refugio. D.Bosco no dudó y le dijo: “Usted puede conseguir otros sacerdotes para su obra, pero estos muchachos sólo me tienen a mí”. Y empezó un período de errante con sus muchachos mientras encontraba un lugar fijo y propio para ellos.En la Pascua de 1846 (12 de abril) encontró por fin una casita y un terrenito en el barrio de Valdocco, de mala fama. El señor Francisco Pinardi le rentó unos cuartitos en la planta baja y el terrenito adjunto. Mamá Margarita se vino a Turín a vivir con su hijo sacerdote y no le dejará durante los 10 años que le quedan de vida. Al año siguiente ya rentaba toda la casa. Empezó por atender a los chicos que se reunían los fines de semana para jugar, divertirse, aprender el catecismo, estudiar, confesarse y comulgar, oír la misa festiva; mientras que durante la semana los iba a visitar a los lugares donde trabajaban, vigilando para que estuvieran en buenas condiciones, se les enseñara el oficio, se les dejara libres los días de fiesta. Él se encargaba de motivar a los chicos para responder con buena conducta y empeño. 1847- Una noche del mes de mayo llegó un niño totalmente mojado por la lluvia y tiritando a pedir cobijo. Don Bosco y mamá Margarita le dieron de cenar y le pusieron un camastro en la cocina. Así empezó el hospicio para muchachos sin casa, que venían de pueblitos de montaña para buscar trabajo y no tenían gente conocida en la ciudad. En pocos años los internos serán decenas y hasta centenares.D.Bosco abrió talleres, escuela, construyó una iglesia dedicada a S. Francisco de Sales, empezó a editar las Lecturas Católicas.Como su obra crecía, necesitaba quién le ayudara y continuara lo que él estaba haciendo, fundó la Congregación Salesiana en 1859 y más tarde, en 1872, funda también a las Salesianas (Hijas de María Auxiliadora). Además invitó a los laicos a participar en su misión y fundó la Pía Unión de Cooperadores Salesianos (Asociación de Cooperadores Salesianos) en 1876.Mandó salesianos a fundar obras para los muchachos pobres fuera de Turín y a otros países de Europa. En 1875 mandó sus primeros misioneros a Argentina, que se extendieron rápidamente a otros países de ese continente.
Cuando murió eran casi 800 los salesianos. Actualmente don Bosco está en más de 100 países y son 16,000 los salesianos.