Es muy conocida la fotografía de la “Casita de don Bosco”. Su paredes son de ladrillo y se ve con claridad al frente una escalera que lleva al segundo piso, donde estaban las habitaciones para dormir.
La verdad histórica es que en esa casita no pudo haber nacido don Bosco, porque su padre, Francisco Luis, la adquirió el 18 de febrero de 1817, cuando Juanito ya tenía un año y medio de vida.
En los archivos tenemos el documento de compra-venta y dice allí que la construcción no es de buena calidad, es decir, no estaba apta para ser habitada. Se destinaba en ese momento a guardar instrumentos de labranza, o a reguardo de los animales durante el invierno. Se le identifica como la casita de I Becchi, también Casa Cavallo.
Cuando Juan Bosco nació, su familia estaba empleada en una finca llamada “El Monasterio” que pertenecía los señores Biglione que habitaban en Turín. En esta finca nació don Bosco. Esta finca se ubicaba a unos 150 metros de I Becchi.
Desgraciadamente la Casa Biglione fue destruida para edificar en ese lugar el actual santuario de San Juan Bosco. En el momento en que se demolía no se sabía que allí realmente había nacido el santo. Sin embargo nos alegra saber que en el preciso lugar en que se ubicaba la parte de la finca que habitaban los empleados, queda el recinto donde ahora se venera la reliquia insigne, atrás del altar de la cripta.
P. Jorge García, SDB
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